Viedma.- La Confluencia para la Emancipación Rionegrina entre el Partido Socialista y el Movimiento Proyecto Sur sostiene que “la posibilidad de incorporar 200.000 hectáreas bajo riego, con 100 millones de dólares de origen chino, para producir soja es otro dislate más de los que nos tiene acostumbrados el Gobernador”.
Advirtieron que el proyecto aparece “con nuestra fruticultura en vías de extinción o en manos de grandes corporaciones que mantendrán la actividad si les conviene, o migrarán su capital a variantes financieras más rentables”.
“Mientras que la región y su gente no se han recuperado todavía de la catástrofe del desmonte y quizás no se recuperen nunca, nuestros gobernantes no tienen mejor idea que impulsar políticas que agreden a la población, devastan los recursos naturales y sólo benefician a unos pocos, sin reparar en las consecuencias nefastas que la soja generó en el resto del país: empobrecimiento de los suelos, concentración económica, debilitamiento o desaparición de otras producciones, desmonte, manejo descontrolado de agroquímicos, envenenamiento, enfermedades”, señalaron.
Por el contrario, desde la Confluencia consideran que “hay que establecer criterios de desarrollo y políticas sólidas de producción, transformación, valorización y comercialización de los productos agropecuarios. Y esto falta en la Provincia”.
Afirmaron que el Gobierno “cabestrea al interés de los empresarios privados: las usinas y aeródromos de Lewis, las rutas de Gancedo, la soja china, el hipernegocio de las petroleras, pero no tiene la menor idea sobre cómo planificar el futuro de la Provincia y desarrollarla para bien de nuestro pueblo”.
Sobre el proyecto para producir soja advirtieron que “el ministro Accatino no sabe la letra chica del eventual acuerdo, habla de 200.000 has., pero al costo que él mismo da: u$s 5.000/ha., los 100 millones sólo alcanzan para sistematizar el 10% de esa superficie. Esto demuestra el nivel de improvisación y ligereza con el que se manejan nuestros gobernantes. ¡Menos mal que éste es un proyecto que tienen en cartera desde que iniciaron la gestión! Si todos los tienen estudiados así, pobres de nosotros”.
Consideraron que “con costos del agua totalmente subsidiados, nuestros valles irrigados tienen más de un tercio de su superficie sin cultivos. Con agua a valores reales la mayor parte de las producciones regionales son inviables”.
“El proyecto de Colonia Josefa no es una propuesta de colonización, sino para beneficio exclusivo de los once establecimientos agropecuarios existentes a través de un crédito que pagaríamos todos los rionegrinos. Tierras que hoy se valúan entre u$s 100 y 150 por hectárea, pasarían a valer u$s 4.000 ó 5.000”, indicaron.
La Confluencia rechaza el modelo sojero porque “produce bienes con destino a regiones extrapatagónicas, sin consumo regional; genera muy pocos puestos de trabajo en comparación con otras alternativas productivas; los beneficios se concentran en pocas manos, generalmente extraregionales; las implicancias de su paquete de agroquímicos son altamente nocivas; introduce organismos genéticamente modificados en la zona; el monocultivo afecta el desarrollo global de la región, deteriora el tejido y la infraestructura rural; genera competencia por las tierras con la producción fruti hortícola (principal contribuyente para la seguridad y soberanía alimentaria regional) y agudiza los problemas de los cinturones urbanos”.
Sostuvieron que “la asociación con China, hoy el principal comprador de los productos de la soja, nos encasillaría en el papel de proveedores de materias primas sin transformación, pues han dejado de comprar los aceites, han generado sus propias fábricas para ese producto y lo único que quieren es el grano”.
“En el mundo la tierra cultivable está en sus límites y se valoriza cada vez más. Río Negro podría incorporar al riego 700.000 u 800.000 hectáreas estratégicas para la producción alimenticia regional, con excedentes exportables hacia otras regiones del país y el mundo. Es necesario que lo haga con proyectos serios, ampliamente consensuados, de indudable impacto económico y social, y con sostenibilidad ambiental”, agregaron.
“Río Negro no tiene un proyecto de desarrollo. En estos 27 años venimos a los tumbos y a la orden de los negocios privados. Un proyecto de provincia social y económico sustentable debe afirmarse en sus condiciones más relevantes como la fruticultura y la vitivinicultura, la ganadería ovina y bovina, la pesca, el turismo, la producción minera y petrolera amigables con el medio ambiente, con beneficio económico para nuestro pueblo y priorizando la transformación industrial de la producción primaria”.
Confluencia para la Emancipación Rionegrina
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