Por Dimas J. Pettineroli
Sean mis primeras palabras para agradecer a los más de más de seis mil lectores y 60 comentaristas que tuvimos la semana pasada. Indudablemente era necesario plantear temas de reflexión alternos a lo que marca la agenda rutinaria de la política y las policiales.
Marcelo Tinelli es un genio de la TV, con gran sensibilidad popular forjada por naturaleza y su paso por el periodismo deportivo. Su olfato tribunero lo lleva permanentemente a moverse con soltura, agallas y certeza contundente para aprovechar el mínimo guiño que le envíe alguna situación momentánea para convertirla en un evento trascendente, así sea algo cursi o intrascendente.
Ese poder real y sus condiciones hicieron que, cuatro veces a la semana, diez millones de argentinos en el país y un millón de extranjeros residentes en el extranjero (particularmente Uruguay y Paraguay) degusten su mercadería cargada de matices próximos a “lo inconveniente de poner en las pantallas hogareñas”.
¿Usará Clarín a Tinelli para atacar a los K en la etapa preelectoral presidencial?
¿Arreglará Clarín con los K (vía privilegios) y usara a Tinelli para atacar a los competidores de los K (o proteger a los K) en la etapa preelectoral presidencial?
No tengan dudas que una de estas dos variantes ocurrirá en el “Bailando 2011”.
Y tengan la convicción que cualquier rumbo que tome Tinelli será con su total aceptación y ventaja económica final. Marcelo no da puntada sin hilo, y en una sociedad tan monetizada, no existe otra variable.
TV parásita y los derivados
La tinellización ha impactado muy notoriamente en toda la grilla televisiva.
Se han creado dos fenómenos inéditos:
1.- Los derivados y afines
1.- Los derivados y afines
Los programas de Ideas del Sur para promover (y de paso vivir de) “Bailando…”
Algunos son verdaderos engendros, como “La Cocina del Show” que si no tuviera el amparo de MT ya lo hubieran volado o nunca hubiese existido.
“Este es el Show”, en cambio se está tornando imbatatible en sus segmentos porque venden muy bien el producto y reciclan otro con los mismos ingredientes pero un perfil más descarado.
Sábado show”, muy lejos de los “Sábados de Mancera” oxigena las tardes sabatinas con José María y Denise.
Los tres programas generan pocos empleos nuevos ya que todos los cargos, incluyendo asistentes y técnicos, son desempeñados por los mismos protagonistas del Bailando.
2.- La TV parásita
El fenómeno de la tele parasitaria ha llegado a los niveles más altos con Tinelli.
Hay una gran cantidad de programas que directamente viven chupando los que ha producido el equipo de Ideas.
Intrusos, Infama, RSM, Animales Sueltos, Ponele la Firma, todos de América, la Canosa, AM, ZAPPING (que ahora va 6 días a la semana con la misma fuente de alimentación: las chicas y chicos malos de Tinelli), entre muchos otros que no vemos en Venezuela.
“Demoliendo Teles”, “Lo mejor y lo Peor” van por el 13 también engordando a costas de Tinelli. Ni gracias le dicen.
Han surgido comentaristas “especializados en Tinelli”. Y hasta “Crónica” también le saca el jugo en papel.
Lo de Tinelli es un ciclo que por ahora no tiene fin pronosticable.
Hay mucha cintura y pocos escrúpulos para cambiar, mimetizarse según los momentos y siempre con gran impacto.
La “Tinellización de los argentinos” (esta es su Parte II) es una situación que nadie niega, y en realidad se acepta complacidamente.
Lo bueno es saber de qué se trata, para mañana no tener que decir “lo vimos, nos avisaron, y no hicimos nada. Nos engañaron”.
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