Por Rubén Ceminari (Médico Veterinario, Docente, productor agropecuario)
E-mail: rubenchichito@yahoo.com.ar
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Realidad del sector ganadero nacional
Analistas del sector ganadero nacional coinciden en el diagnóstico: *existen el país una capacidad de faena instalada de 22 millones de cabezas anuales,
*en el 2009, con la gran liquidación de hembras inclusive, se faenaron 16 millones de cabezas.
*este año la faena estará alrededor de las 12,5 millones de cabezas.
* Es probable que la faena del 2011 sea menor aun, por el bajo porcentaje de destetes de marzo del 2010- unos 13 millones de terneros-, mas el agregado de la retención de hembras para reproducción que se está produciendo.
*El consumo de 75 kgr per cápita de hace un año, cayó a 52 kgr. en la actualidad.
* Peligran su existencia la mitad de los frigoríficos, -y la mitad de sus empleados- por la baja faena (ya hay frigoríficos en venta, y un gran conflicto laboral).
¿La culpa es del chancho. o de quien le da de comer?
La falta de políticas para promover y sostener al sector de producción primaria, la aplicación de equivocadas medidas para el sector( subsidios a los feed-lots, control de precios, etc.),el avance de la agricultura sobre la ganadería- por una cuestión de rentabilidad-, y la tremenda sequía de amplias regiones del país, determinó que muchos productores ganaderos –especialmente criadores-,salieron de su actividad, y otros redujeran sus rodeos; la consecuencia es la reducción del rodeo nacional a su mínima expresión histórica : hace 40 años atrás, Argentina disponía de 2 vacunos por habitante, y hoy la relación es de 1,2 vac/hab.
En el 70 Argentina tenía 50 millones de cabezas de stock, y Brasil pasaba por una situación similar: hoy , nuestro socio del Mercosur, tiene más de 110 millones de cabezas, y duplicó la cantidad de productores ganaderos, convirtiéndose en el primer exportador del mundo. en cambio Argentina ni siquiera puede mantener su consumo interno de carne, por la reducción del stock nacional que está en 49 millones de cabezas, además de perder en el camino a miles de productores y PYMES agropecuarias.
Concluyendo; no hay vacunos (sobre todo vacas madres, la fábrica de terneros), para sostener la demanda interna y externa de un producto tan valorizado en el mundo como es la carne.
Es interesante recordar, que de unos 440 frigoríficos que existen en el país, solo un 10% cumple con las normativas para exportación: los demás destinan el total de su producción al mercado interno, determinando que existan dos mercados diferenciados: si bien los frigoríficos de exportación pueden volcar carne al mercado interno -cortes de menor valor-, los consumeros no pueden destinar nada de su producción a la exportación.
¿Cómo salimos del pozo?
La poca hacienda disponible, tanto en el rodeo de cría-reproductivo-como en el de engorde-productivo-, exige concentrar el esfuerzo a corto plazo en dos variables: aumento de los terneros logrados con la misma cantidad de vacas, y producir más kg. con la misma cantidad de animales. A mediano plazo, de debe incrementar el stock de vacas en reproducción y recomponer los eslabones de la cadena cárnica.
Existen algunas soluciones que brevemente paso a describir.
1) Aumentar el peso de faena: situación que se está dando, pero que debería ser acompañado de un estímulo al productor (sobreprecio), para que sea posible producir animales pesados: una propuesta sería que por todo novillo con más de 400 kg. de peso vivo a la faena, se le acredite al productor desde el estado nacional, a cuenta del pago de impuestos y aportes -crédito fiscal-, un 20% del valor de los kilos por arriba de los 400 de peso (ejemplo: un novillo de 450 kg. peso vivo a faena, a $7 el kg, recibiría $1,4/kg. de peso vivo excedente de los 400: 70$ /animal, como crédito fiscal).
2) Aumentar el porcentaje de destete del rodeo existente-aumentar índices reproductivos-: podría pasar del 65% actual al 80%, aplicando un manejo adecuado de la alimentación, la sanidad, y la reproducción (oferta de forrajes acorde a los requerimientos del rodeo, sanidad reproductiva, prevención de enfermedades perinatales, genética adecuada y cruzamientos para mejorar índices reproductivos y productivos).
3) Prohibición de faenar hembras preñadas: es un pecado mortal en esta situación, matar terneros en el vientre, -situación muy común en años anteriores-: toda hembra preñada debe quedar en el sector reproductivo.
4) Incremento del rodeo reproductivo: Pensemos que se necesitan reponer un 20% de las hembras en reproducción anualmente- producto del descarte por edad dentaria, y vacas con problemas reproductivos-: para aumentar el rodeo nacional en un 5% anual,-con un 80% de preñez-, tenemos que pensar en una retención de un 70% de las terneras nacidas por año , reduciendo aun más la cantidad de hembras a faena ( esto se soluciona en parte aumentando el número de terneros nacidos de las vacas existentes, y por otro lado incrementando el peso de faena): de todas maneras , recomponer el rodeo nacional tardará entre 8- 11 años, según sean los índices reproductivos y productivos alcanzados en los próximos 5 años.
5) Sistema productivo: En este contexto, creo que los fedlot tal cual los conocemos-subsidiados- deben desaparecer, y volver a un sistema de invernada pastoril con suplementación, y encierres en los mismos establecimientos ganaderos.
6) Rearmado de la cadena cárnica, donde todos ganen: Esta situación, exige una integración entre los sectores productivos, la industria frigorífica, las universidades, los colegios profesionales y el Estado (INTA; MAA; autoridades gubernamentales), para definir las políticas a seguir: fijar metas y estrategias para toda la cadena cárnica, así como las herramientas crediticias adecuadas, con proyectos a corto, mediano y largo plazo. (10 años al menos), respetando las diversidades regionales. (no se puede hacer un solo plan nacional de aplicación masiva: se deben regionalizar, teniendo en cuenta las fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades de cada zona productiva del país).
7) Transparencia de los mercados: es fundamental que el gobierno deje de manipular y distorsionar los mercados, garantizando la transparencia de los mismos, dando así confiabilidad y certezas, a un proyecto de recomposición de la ganadería.
¿Qué pasa por el SO bonaerense?
El stock nacional entre 2008 y 2010, se redujo un 15% (una disminución de 8,6 millones de cabezas). En el SO bonaerense- datos aportados por el Méd. Vet. Carlos María Zubillaga en su trabajo “Dinámica del Stock bovino”-, la disminución en el mismo período fue del 29,4% (3.094.204 en el 2008- 2.182.814 en el2010: 911.390 cabezas menos en 2 años), y 1.237.031animales menos que en el 2004: 63,8% menos de hacienda en el SO bonaerense en los últimos 6 años!! (en los municipios del sur, es la situación más grave: perdieron el 42% de la hacienda en solo dos años).
Los animales que faltan, se vendieron a precios muy bajos: para ser más gráficos, podemos decir que el valor de 8 vacas vendidas en el 2009, es el precio de una vaquillona preñada en la actualidad. Si comparamos valores del 2009 respecto a la actualidad, podemos calcular que en la ganadería del SO bonaerense, en los últimos dos años, se produjo una pérdida superior a 1000 millones de pesos (¡alrededor de 250 millones de dólares!).A lo que se deberían sumar las pérdidas en generación de empleo, agricultura, en la cadena comercial, etc.
¿Qué podemos hacer específicamente en el SO Bonaerense?
Creo que es momento de volver a insistir con la puesta en marcha efectiva de la ley del SO: esta es una de las regiones ganaderas del país más afectadas, por lo que el sentido común indica, debería ser una región con prioridad en su reacomodamiento productivo. Para ello sugiero algunas acciones:
Un plan de desarrollo ganadero regional, con objetivos, metas y estrategias claras en el tiempo, de por lo menos 10 años de duración, que incluya a todos los eslabones de la cadena cárnica (asumiendo este plan como política de estado, más allá de quienes sean los que gobiernen en los próximos 10 años).
Promoción y difusión masiva de las técnicas de manejo aplicables (estrategias) para obtener dichas metas (por ejemplo 80% preñez, bajo porcentaje de distocias, más peso al destete, mas de 400 Kg. de peso vivo en novillos, precocidad en el engorde, bienestar animal, etc.).
Créditos de largo plazo, y baja tasa, que permitan recomponer (tanto en animales como en recursos forrajeros), a los rodeos de cría de menos de 200 vientres con asesoramiento técnico y seguimiento del proceso productivo mientras dure el crédito.
Acceso al financiamiento a aquellos productores que ya no son sujeto de crédito (por ejemplo con las líneas del PRODER).
El desarrollo ganadero debe contemplar también bovinos de leche, ovinos y porcinos en la región, con financiamientos acordes a estas explotaciones.
Para que esto sea posible, necesitamos funcionar como región: el marco legal está, faltan los recursos, pero por sobre todo, falta tomar conciencia del concepto de región en sí mismo, y pensarnos como una unidad territorial.
Los intendentes, los HCD y los legisladores de los 12 municipios del SO, deben ser quienes motoricen el crecimiento y el desarrollo de la región, dándole la fuerza que necesita la ley del SO, participando activamente en ella, y convocando entidades de la zona (INTA, MAA, universidades de la región, entidades del agro y afines, cámaras de comercio, colegios profesionales, gremios, sectores de la educación, consorcio de gestión del Puerto de B. Blanca, Centro Acopiadores, etc.),para poder construir desde la diversidad de pertenencia, un proyecto regional inclusivo y sustentable, que asegure la vida de nuestros pueblos del interior, permita tener un campo con productores, y recree en los jóvenes la esperanza de que se puede vivir dignamente en los pueblos del SO bonaerense.
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