Carta abierta de los Residentes del Hospital
Gran parte de la sociedad conoce el déficit funcional que ostenta el Hospital de Clínicas y sabe del constante y progresivo deterioro por el que atraviesa hace ya más de tres décadas. Sin embargo, creemos que nadie es mejor testigo que quienes nos encontramos al comienzo de nuestra etapa profesional, formándonos en esta institución que antaño fuera una de las más prestigiosas de Latinoamérica. Los más de cuatrocientos residentes, concurrentes y becarios de las distintas especialidades de la salud pasamos en este Hospital gran parte del día y realizamos la mayor parte de la tarea asistencial que se desarrolla en él.
El día miércoles 9 de febrero de 2011 este grupo de profesionales decidió un cese de actividades por 24 hs. motivado por la falta de respuesta a ciertos reclamos urgentes dirigidos a la dirección. Se solicitaba que se diera solución a sólo algunos de los múltiples defectos institucionales que hoy presenta el hospital. Por supuesto, como en anteriores ocasiones y pese a las históricas promesas de refuncionalización del hospital, nada se modificó.
La situación que atraviesa el Hospital de Clínicas es precaria y afecta a todos los departamentos que lo componen. Al día de la fecha, las salas de internación se encuentran funcionando al 50% de su capacidad debido al insuficiente personal de enfermería y limpieza, provocado ya sea por escasez en la contratación o por un altísimo ausentismo del personal. En estas salas diariamente nos enfrentamos a la falta de insumos básicos para la atención de los pacientes internados (por ejemplo solución fisiológica, guantes, pañales, insulina, jeringas, tiras para medición de glucosa), insumos que muchas veces se reponen en forma tardía y temporal.
Tampoco cuentan con agua caliente, indispensable para mantener la higiene de los pacientes, y el equipo y la aparatología con la que cuentan (algunas utilizadas en pacientes en estado crítico como aspiradores) no funciona correctamente o es obsoleto.
En el área quirúrgica, se cuenta sólo con el 20% de los quirófanos en funcionamiento por dificultades con la contratación de anestesistas y la adquisición de insumos quirúrgicos. Esto provoca largas listas de espera -que incluye pacientes oncológicos- en la expectativa de una cirugía que, en más de una oportunidad, llegará tarde.
Tanto la Unidad Coronaria como la Unidad de Terapia Intensiva cuentan con menos del 50% de las camas disponibles lo que llega a provocar que pacientes que requieren cuidados críticos y monitoreo continuo no puedan ser allí trasladados y deban esperar en sala general. En estas ocasiones, la única solución es solicitar su derivación a otra institución. Por otro lado, el vetusto equipo de hemodinamia (necesario para realizar cateterismos) con el que cuentan estas unidades se encuentra la mayor parte del tiempo fuera de servicio y, una vez más, la derivación se presenta como única salida.
Siendo este hospital un centro de referencia para embarazos de alto riesgo, el servicio de Neonatología se encuentra actualmente fuera de funcionamiento.
Estos son sólo algunos de los incontables ejemplos de decadencia que afecta a un hospital que depende de la acreditada Universidad de Buenos Aires. Sabemos que la situación es compleja y que necesita del real compromiso de los dirigentes en todos us estamentos, desde los Jefes de Servicio hasta el gobierno nacional del que depende en última instancia este hospital.
La labor cotidiana se vuelve más dificultosa y no aparecen respuestas. Las promesas fueron muchas y se repiten año a año pero la situación empeora día a día. El estado actual de las cosas hace que se trabaje sin recursos. Los residentes, concurrentes y becarios seguirán trabajando por los pacientes.
Por falta de respuestas, los días Miércoles 16 y Jueves 17 de febrero realizaremos un nuevo cese de actividades. Éste se realizará con la mayor profesionalidad, respetando a los pacientes internados quienes recibirán la atención que demandan y tomando las debidas precauciones para que no se trasladen pacientes de urgencia a la guardia. Esto caracterizará toda otra medida de fuerza que deba tomarse en el futuro si el hospital continúa transitando el camino de la mediocridad. Pero no denunciar este grave escenario sería sencillamente negligente. Por todo esto nos vemos en la obligación de transmitir este problema a la sociedad para que tome conocimiento de esta penosa situación.
ASOCIACIÓN DE RESIDENTES,
CONCURRENTES Y BECARIOS
Hospital de Clínicas
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